Se ahogaba en vasos de
agua,
pero su cuerpo
permanecía siempre a flote.
Por eso nadie lo notaba
nunca.
Así se vieron en el
final.
Beso u olvido.
Los dos no podían
ganar.
Tu decías
que eramos noche y día
nunca lo negué.
No fuiste capaz de ver,
cómo nos unía el
ocaso
cómo brillábamos al
amanecer.
Me hubiera gustado
escribirte
tal y como eras
o como pudieras haber
sido
si no te hubieras
encerrado
en un silencio sin
puertas.
A veces descubrimos un
vacío
cuando escuchamos de
vuelta el eco
de algo que habíamos
perdido hace tiempo.
Apreciaba su capacidad
de verme sin mirarme
como si fuera invisible
y a la vez
alguien realmente
importante.
No encontrar nada
también puede
significar algo:
Que nunca lo perdimos
que lo olvidamos
que no estamos aún
preparados...
Al igual que
algunas personas no
están
aunque se queden,
otras permanecen
aunque se hayan ido
para siempre.
Hoy se acaba por fin
el arrojar recuerdos
sobre hogueras
mañana el humo tendrá
que decidir
hasta dónde queda
marcada la huella.
No sé que decirte.
Ni yo me entiendo.
Será que cuando la
locura llama a tu puerta
uno se acaba mintiendo
y dice:
-Sigo cuerdo.
Fuimos héroes sobre un
tablero
evitando sufrir daños
intentando no
perder(nos).
Pero al final
Cobardes
nos retiramos del
juego.
Vivía en últimos
momentos
en principios
inesperados
en noches de desenfreno
donde el tiempo no se
para
y solo queda el
recuerdo.
Yo estoy aquí
con los versos que
nunca mereciste.
Tú estas ahí
con los besos que nunca
me cediste.
La distancia es así
Triste.
Hicimos fotos antes,
durante y después.
Para captar un instante
que nunca llegaría: la locura que nos hacía estremecer.
Vuelvo a leer las
conversaciones
que un día tuvimos
nosotros
pero no encuentro el
momento
en que empezó a darnos
miedo todo.
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