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miércoles, 17 de febrero de 2010

Entrevista fingida a Groucho Marx

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La entrevista fingida es aquella que podría ser real pero que no lo es. El personaje, se caricaturiza por medio de las palabras que sería deseable que dijera en una entrevista periodística. Aquí tenemos un ejemplo de lo que sería una entrevista fingida a Groucho Marx

Tras la “Famous Star Cloning”, la revolución científica llevada a cabo en Estados Unidos por múltiples notoriedades de todo el mundo en la materia. En la que, se han clonado cien personajes famosos elegidos en un referendum a nivel mundial. Los métodos actuales permiten recuperar además la personalidad y comportamiento del sujeto. Tras dispararse las entrevistas, el carismático actor Groucho Marx nos concede una exclusiva...

R: Hace seis meses que ha vuelto a la vida y hace una semana que por fin abandonó el hospital, cuéntenos sus primeras impresiones...
G.M.: No han pasado ni treinta y cinco años y la sociedad ha cambiado que parece un disparate. Ya no solo es la televisión, ahora está internet, los teléfonos móviles, las videoconsolas. La semana pasada tuve que meterme dentro de mi perro con un candil para poder leerme un libro sin distracciones.

R: Una de sus frases más famosas que ha sobrevivido en el tiempo es la de: “Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.”
G.M.: La mayoría de la gente afirma tener principios, pero a la hora de tomar decisiones que puedan traer beneficios a costa de los demás, los cambian por otros, normalmente menos nobles. Eso no va a cambiar por muchos años que pasen. A la gente le gusta esa frase, porque esconde una gran verdad.

R: ¿Cuál es la película que más le ha gustado rodar?
G.M.: “Una noche en la Ópera” siempre ha sido muy famosa, por la escena del camarote, y seguramente es la que más le gusta a la mayoría. Pero para mí “Una noche en Casablanca” sin duda es la más divertida, la que más disfrute rodando. Porque se muestra a un Groucho muy gamberro que sale de cualquier atolladero con golpes de suerte, como la caída del ascensor.

R: Que puede decirnos acerca de sus hermanos, ¿Era fácil verles "hasta en la sopa"?
G.M.: Si de Harpo se tratase, las comidas de familia serían todas de sopa de ganso (risas). La verdad es que eran todos unos profesionales como la copa de un pino en su trabajo. Aunque pueda parecer extraño, el que mejor sabe contar un buen chiste es Chico.

R: ¿A quién metería hoy en día en el camarote de los hermanos Marx?
G.M.: A todos los políticos... el tiempo pasa, pero la mayoría sigue siendo un grupo de corruptos que solo quieren hacerse más y más ricos con guerras absurdas.

R: Según los críticos el humor ha cambiado en estas últimas décadas, y no precisamente a mejor...
G.M.: Ahora, todo se basa en decir cosas soeces y malsonantes. Solo queda el humor inteligente de la serie “Fraisier”. Antes con decir : “Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.” la gente se reía. Ahora hay que hablar de sexo para que aparezca una mínima sonrisa.

R: ¿Con qué personaje actual se siente identificado?
G.M.: ¿Actual? no creo que me sienta identificado con nadie más que conmigo mismo, puesto que ese soy yo, aunque si mi cuerpo está enterrado, quizás no deba ser yo en realidad. Esta es una de esas paradojas de la vida que solo se resuelven con una buena copa de coñac y un puro.

R: ¿Piensa volver al mundo del cine? varios productores quieren contar con usted...
G.M.: La verdad es que me seria difícil regresar sin mis hermanos. Aunque, si le soy sincero, es un mundo que se le acaba cogiendo cariño. Además cualquiera le dice que no a una muchedumbre enfurecida de mujeres apasionadas...

R: Parece que va camino de superar en longevidad a su bisabuelo Cyrus Tecumseh Flywheel...
G.M.: El siempre me lo enseñó todo y aunque le supere en longevidad, hay algo en lo que nunca le podre igualar, el nació a una edad mas temprana que la mía.

R: Se ha hablado mucho acerca de su epitafio ¿Ha tenido ocasión de ir a ver su tumba?
G.M.: Si le soy sincero, no se quien se a inventado tal idiotez, en mi tumba no parece tal cosa. Nunca se me ocurrió escribir nada, pero si tuviera que elegir algo, sería algo así como: "Si es mujer, no pierda la esperanza, aun podemos vernos en el cielo". (después de una pausa, cambio el gesto a uno más serio). No se si algún día visitare mi tumba, la verdad.

R: Se ha puesto usted muy serio...
G.M.: ¿Cómo quiere que esté? A la muerte nunca hay que sonreírla, a menos que sea mujer...