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martes, 31 de diciembre de 2013

#Microcuentos del 16 al 31 de diciembre de 2013


















miércoles, 18 de diciembre de 2013

Con los pies en madera




“Fue hace ya tanto tiempo que apenas me acerco a recordar nada. Solo el tenue sonido del oleaje. Inevitablemente cuando rememoro el pasado vuelvo al mar, a cuando tenía siete años, aunque por aquellas cosas de la edad presumía tener ya ocho. Quizá aquel era mi primer recuerdo, o quizá simplemente nada de lo acontecido antes, podía recorrer mi mente sin causarme heridas. Así que regreso a aquello: la brisa costera, el sabor a sal, ver el sol ir y venir desde la cubierta... La mayoría de marineros, dicen serlo porque están enamorados del líquido elemento, sin embargo todos ellos son unos embusteros. Lo aman como se aman las últimas oportunidades: por despecho, por deshonra o por miedo. Y yo no era distinto a ellos, huía de la tierra firme, de todo lo que entonces podía hacerme daño. Así que me dejaba conquistar en cada tormenta, en cada tabla que abrazaba cuando naufragaba y en los celos que me provocaban los puertos y las calas abandonadas, que me recordaban que no era lo suficientemente bueno para vivir con los pies en el suelo”

Podéis pensar que exagero, que mis últimas memorias tras cuarenta años como capitán del barco pirata más famoso de los siete mares debieran ir a parar a los tesoros encontrados, los botines saqueados o a las mujeres que conocí; que hablaría de la ira que albergaba contra mi tripulación amotinada, cobardes que me dejaron en esta playa con una pistola, un papiro y una bala; que reviviría el trauma de mi niñez cuando mi padre me lanzaba sus botellas como si fuera una diana; o que pediría ayuda en esta carta para que alguien viniera a rescatarme cuanto antes. Pero no.

Fruto de la inanición y a escasos segundos de volarme la sien y regresar a la nada, solo pude recordar aquella dura infancia que me trajo hasta las puertas del infierno. De mis amores, de mis navíos y galeones, mis enemigos y mis temores, todo queda resumido a esto: Odio el agua.  

lunes, 16 de diciembre de 2013

#Microcuentos del 1 al 15 de diciembre de 2013

















lunes, 2 de diciembre de 2013

Su risa


Desperté al oír su risa, pero yo no me encontraba en mi cama, estaba en un camino antiguo lleno de polvo y bosques frondosos alrededor. Veía todo en secuencias de tres segundos de parpadeo, el tiempo que tardaba el cerebro en despertarse y decirme que no entendía nada. Cuando todo se volvió más claro, me encontré rodeado de artistas itinerantes que paseaban de un lado a otro entre sus carromatos. Pasaron a mi lado sin que mi presencia supusiera algo fuera de lo común pese a ser un completo extraño para todos ellos. En medio de la algarabía, de las luces y los juegos malabares, todo enmudeció unos instantes y volví a oír su risa. Era corta y sonora, como una niña que ríe por algo que tú no entiendes y te enfurece porque vuelves a ser pequeño y estúpido, pero que a su vez te tranquiliza porque es dulce y te recuerda, que estas de nuevo en casa. Deambulé entre la caravana buscando de un lado a otro, hasta que por fin la encontré.

Ella estaba sentada con su ropa de los domingos sobre una mesa, sus piernas colgaban y se balanceaban alternativamente mientras sus manos se apoyaban en los bordes de la parte delantera del tablero. Me miraba con una sonrisa risueña. Su largo pelo rubio quedaba suelto a merced del viento veleidoso, salvo por un pequeño lazo azul que lo contenía. Quise decir algo, pero no pude, las palabras que acumulé durante meses se agolpaban en mi garganta impidiéndome hablar. Decidí acercarme a ella cuando descubrí que se hallaba en medio de un gran charco. Miré mis pies cubiertos de barro.

Otra vez aquella risa divertida y cariñosa, de una princesa halagada por las tonterías de un aprendiz de caballero tratando de impresionarla. Me dispuse a dar otro paso al frente, cuando mi pierna descendió treinta centímetros en el agua. Miré incrédulo el charco que se había vuelto mar y cómo su oleaje alejaba la mesa a la deriva. Demasiado lejos para tan poco tiempo, demasiado rápida para alcanzarla. Ella seguía sonriéndome, pero ya apenas oía su risa, tan solo el viento. Me quedé viéndola partir, sin poder hacer otra cosa que cambiar el polvo del camino, por la densa arena de aquella solitaria playa.  

domingo, 1 de diciembre de 2013

#Microcuentos del 16 al 30 de noviembre de 2013

sábado, 16 de noviembre de 2013

#Microcuentos del 1 al 15 de noviembre de 2013

















viernes, 1 de noviembre de 2013

#Microcuentos del 16 al 31 de octubre de 2013


jueves, 24 de octubre de 2013

Memories of midnight




The old man was sitting in front of the fire, staring at the cuckoo clock on the wall. It was a gaze empty of all impatience. He was watching the time, but he didn't mind the advance of the clock. A wait that maybe could take forever and not for this would be longer.

When at last the clock struck twelve, nothing happened. It was so still it looked like a painting located in the darkest room of an old museum. After five minutes, he sighed wryly and got up to smoke his pipe. When he returned to his seat and struck a match, all the fires of the house went out. Te room, avoided total darkness, only because the halo of the moon light frittering through the large window. Thus the old man's face was split between the shadows and the total darkness...

-You are late – He said with a tired voice
-You are the unique mortal without suffering in agony, complaining for five minutes more of live
-I want last request before crossing
-Is not in my hand to decide where you go
-It doesn't matter
-What do you want then?
-Three days and three nights to read the seventh shelf in my library. There are the memories that I have written in my lifetime
-You understand the consequences of this request ¿Right? If you find unfinished issues, however small, you can't cross to the other side
-I need to remember how I got here, where I was, how many times I fell and what I couldn't achieve
-Then, so be it.

For three days and three nights he read and reread his life.
He can only remember a little about his childhood, but he thinks that it was happy.
Today is my birthday. I turned six years old, and mum and dad have given me this diary” Those first words, written with a crooked and winding calligraphy, were the beginning of the story about his life.

It wasn't an easy read. He enjoyed the ups but suffered the multiple downs. He had been a great writer, so just read, he was reliving his story. Fell in love with his first love and he saw her again in the rearview mirror while he traveled on the road bound for his new home. He struggled to make his friends and split the time between them. He saw again people moving in and out of his life, some important and other tan apparently meant nothing to him, but throughout the time it would become important. He rediscovered aspects about his personality that he believed dead by changing the world. But most of all, to stopped believing in “better half”, fulfilled dreams, saw how the fear showed him sometimes, regret, pride, fell in love, had children, educated them, cared for them, lost their loved ones, had grandchildren, loaded with faults, defects...

At the end of the third day, when midnight approached that he had played his cards as best he could, that he would make the same mistakes and have the same successes. He was honest with who deserved it and who did not do right. But above all, understood that each of the failures and successes he had committed, he had taken a path that placed him where he was now. It would be questionable to talk of good or bad luck, justice o injustice, fate or destiny...now these mattered little change would infinite future events different and he was happy with what I had.
Finally all the puzzle pieces brought together.

With a blinding flash, the moon down the curtain after the twelfth stroke...

miércoles, 16 de octubre de 2013

#Microcuentos del 1 al 15 de octubre de 2013

lunes, 30 de septiembre de 2013

#Microcuentos del 16 al 30 de septiembre de 2013


















domingo, 15 de septiembre de 2013

#Microcuentos del 1 al 15 de septiembre de 2013
















domingo, 1 de septiembre de 2013

#Microcuentos del 16 al 31 de agosto de 2013


















sábado, 17 de agosto de 2013

#Microcuentos del 1 al 15 de agosto de 2013
















domingo, 4 de agosto de 2013

Carta de ser



Te escribo esta carta sin ningún tipo de pretensión. Es algo que yo necesito que sepas y que creo que también deberías saber tú. Espero que nunca ocurra, pero si algún día todo se tuerce, empiezas a pensar que no vales lo suficiente o alguien te hace daño, recuerdes esta carta que tienes ante ti.

Voy a eludir la trampa de los recuerdos, esos que me muestran lo mejor de lo que fuimos, y lanzan a mi cerebro imágenes de lo que podríamos volver a ser. Me costó tiempo entenderlo, pero nuestro momento ya pasó. A veces pienso que no tuvimos suerte, que simplemente la vida nos cruzó en el momento equivocado. Pero ya nada de eso importa, fuimos y eso es lo que perdura. Por ello insisto en que esta carta no pretende cambiar nada entre nosotros.

“Créeme cuando te digo que ella es diferente, querido amigo, espero que tengas una oportunidad similar en la vida, porque yo nunca he conocido a nadie igual...” estas son las primeras palabras que escribí, sobre ti, con el mejor de los amigos cuando intercambiábamos correspondencia. A lo largo de mi vida he conocido a muchas mujeres y he amado a tantas otras. No sabría decirte con que intensidad y desconozco si realmente te busqué en cada una de ellas. Lo que sé a ciencia cierta es que nada hallé y nunca volví a referirme a nadie en estos términos. Por ello, creo que debes saber que tu forma de ser es inigualable. Te lo digo así sin artificios, con un lenguaje simple y directo: No he sido capaz de encontrar tu ingenio, tu alegría o tu sentido del humor. Quizá suene a tópico hablar de tu personalidad, pero puedo asegurarte que eres única. Y es que, cualquier aspirante a tus besos construirá un monumento en honor al misterio de tu belleza, un lienzo de tus profundos ojos o una catedral de tu sonrisa. Y no serían palabras vacías porque verdaderamente eres un compendio de obras de arte. Eres la joya en la que todo el mundo puede ver la perfección, pero nadie dedica tiempo a mirar el universo que se esconde dentro.

Recuerda todo lo que vales, cuando algún mediocre te deje marchar. Cuando sientas que eres menos, vuelve a leer esta carta, y yo, te volveré a contar porqué eres mejor que las demás.
Solo espero que encuentres a alguien que sepa ver en ti, lo que yo hace tantos años pude conocer y que te quiera tanto como yo te pude llegar a querer. Mientras, seguiré con la carga de encontrar a alguien que me suponga verdaderamente un reto, como lo fuiste tu en aquel febrero olvidado.


Sé feliz, es algo a lo que tienes derecho desde que te levantas cada mañana....