#Microcuentos 16 al 28 febrero 2014

Tarde o temprano se encontrarían, ya no como compañeros de aventuras sino como viejos amigos en un cruce de caminos solitario #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 16, 2014

La soledad era el peor de los castigos desde que había empezado a odiarse a sí mismo. #microcuento #microrelato
— Microescritos (@Franicie) febrero 17, 2014

Ella seguía sin hacer nada para cambiar su tediosa vida. Un día su mente no aguantó más y se perdió en un mundo de fantasía #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 18, 2014

¿Transmitir los hechos tal cual sucedieron o borrar los recuerdos q detestaba ahora que era el cronista de su propia historia? #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 19, 2014

Un día él apagó las luces del escenario. Ella siguió bailando eternamente a oscuras. Tal y como había prometido. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 20, 2014

El rencor, la ira y el miedo desaparecieron No hay segundas oportunidades. Cuando el tiempo se acaba damos lo mejor de nosotros #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 21, 2014

Y no olvides hijo, por funestos que sean sus finales, aquellas amistades que jueguen papeles cruciales a lo largo de tu vida. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 22, 2014

A veces hacemos promesas que no cumpliremos, tan solo por seguir conectados mediante un pacto imposible. Como volver a vernos #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 23, 2014

Me pregunto a veces dónde está Sin embargo,no aprecié el tiempo que pudimos haber tenido y debo ser consecuente con mis errores #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 24, 2014

Por eso. Justamente por eso sonreía Por esos momentos que duran apenas unos segundos y necesitamos una vida entera para asumir. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 25, 2014

La creatividad es como una luciérnaga. Si la guardas en un tarro, su luz se volverá tenue hasta extinguirse. Debe volar libre. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 26, 2014

Escribían sus sueños con tinta... pic.twitter.com/veJczhgkfM
— Microescritos (@Franicie) febrero 27, 2014

Seguía flotando a la deriva de días insustanciales, esperando que el tiempo no olvidase todo lo que había invertido esperando. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 27, 2014

Al igual que aventuras,gente interesante y buenos tragos, todo camino tiene sus charcos de barro y hay que aprender a cruzarlos #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 28, 2014

#Microcuentos 1 al 15 febrero 2014

Incluso el trayecto más corto merece tener la mitad de una buena canción como banda sonora. #microcuento #microrelato
— Microescritos (@Franicie) febrero 1, 2014

No dejaba de pensar que estaba escalando una montaña. Pero no era más, que la pendiente de siempre, subida sin apenas ganas #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 2, 2014

No sé si será lo suficientemente bueno para ella,pero en sus ojos brilla una ilusión q nunca había visto.Y lo merece, eso y más #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 3, 2014

Somos así, preferimos dar cabezazos contra el mismo muro que tener paciencia y seguir avanzando hasta encontrar una puerta. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 4, 2014

No digo que fuese a funcionar Probablemente era la idea más alocada que había tenido Pero detestaba no tener la oportunidad. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 5, 2014

La vida me obligó a madurar tanto que, cuando conectaba con su mente soñadora, las nubes no aguantaban el peso de mi realidad #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 6, 2014

Malos hábitos. Las mismas calles a las que juramos no volver. Y sin darnos cuenta estamos volviendo a las viejas costumbres #microcuentos
— Microescritos (@Franicie) febrero 7, 2014

Podemos decir adios las veces q haga falta.Pero despedirse es recordarle a la mente q te has ido cuando me pregunta donde estás #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 8, 2014

Pensaban que era como un robot carente de sentimientos. Pero él solo los tenía bajo control, siendo el mejor actor de sí mismo #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 9, 2014

Fue una decisión simple, nada decisivo. Entonces no lo sabía, pero siempre la recordaría como el principio de mi gran aventura #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 10, 2014

La parte soñadora de su mente no era tan grande como la recordaba de niña. Mientras tuviera la llave siempre podría agrandarla #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 11, 2014

Soy como soy porque el mundo es como es. Probablemente en otro momento, en otro lugar, serías incapaz de reconocerme #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 12, 2014

Si bien aprendimos a encontrar un árbol concreto dentro del bosque, nunca nos enseñaron a ver un bosque dentro del árbol mismo #microcuento
— Microescritos (@Franicie) febrero 13, 2014

Salía a la calle con carteles que definían su estado de ánimo. El miedo a ser normal le arrastraba lentamente hacia la locura #microcuento

— Microescritos (@Franicie) febrero 14, 2014

Aquella foto y los recuerdos detrás De una vida q ya no es la mía y una historia q se remonta hasta el día en q te dejé marchar #microcuento

— Microescritos (@Franicie) febrero 15, 2014

#Microcuentos del 16 al 31 de enero de 2014

Su vida era una lista de frases de diferentes novelas. Recuerdos inolvidables y aislados sin continuidad en una historia #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 16, 2014

Copiaba a los clásicos en papel de cigarrillo. Fumando al anochecer, cada calada evocaba con humo a los genios de la palabra #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 17, 2014

Cómo tantas otras veces entendía las reglas pero no los motivos y debía mantenerse en la partida porque ganar era su objetivo #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 18, 2014

El orgullo... pic.twitter.com/l5FBRhFnMr
— Microescritos (@Franicie) enero 19, 2014

Leer antes de dormir es preparar la mente para soñar #microcuento #microrelato
— Microescritos (@Franicie) enero 19, 2014

Quizá mirando hacia adelante encontraría las respuestas a aquellas preguntas que entendemos cuando ya somos demasiado mayores. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 20, 2014

Aquel anciano lanzaba piedras al mar como hacía desde niño. Nunca había dejado de creer que eso aliviaría las cargas del camino #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 21, 2014

Aunque insistieran en que así era el mercado,para él,un objeto valía tanto como el recuerdo al que estaba inexorablemente atado #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 22, 2014

Leer aquel libro era como visitar la mente del escritor: Un laberinto donde realidad y fantasía jugaban al ajedrez sin tablero #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 23, 2014

Casi tan importante como descubrir nuestros miedos, cuando perseguimos algo,es entender qué haremos con ello cuando lo tengamos #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 24, 2014

La de noches que me acosté sin los deberes hechos: aprender, reír,agradecer... Sin embargo para mi trabajo siempre había tiempo #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 25, 2014

Le gustaba salir a correr, sentir que escapaba de todo. Coger aire en el punto más lejano y volver a enfrentarse a sus demonios #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 26, 2014

Si esperas a las dos de la mañana verás como el sueño te pone en jaque mientras la inspiración te arrastra lejos de la almohada #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 27, 2014

Quizá su momento favorito del día era de camino al trabajo, cuando un rasgueo de guitarra ponía banda sonora a su vida. #microcuento
— Microescritos (@Franicie) enero 28, 2014

Perderse Hay muchas formas d perderse Yendo sin rumbo Huyendo Queriendo Y sin querer Del resto De uno mismo Y luego estaba ella #microcuento

— Microescritos (@Franicie) enero 29, 2014

Quedaron condenados a permanecer mirándose en silencio eternamente, como dos cuadros viejos enfrentados en un pasillo estrecho #microcuento

— Microescritos (@Franicie) enero 30, 2014

No importaba a cuánta gente se lo contara.Las dudas, los miedos, las esperanzas estaban en su interior y nadie podía ayudarle #microcuento

— Microescritos (@Franicie) enero 31, 2014