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domingo, 31 de enero de 2016

#Microcuentos del 16 al 31 de enero de 2016


Que hay ciertas tormentas que tarde o temprano nos encuentran.
Y que la única forma de librarnos de ellas es atravesarlas.

Pasada la euforia general por el nuevo año, me dediqué a cumplir las frases que los demás habían viralizado en redes sociales.

Todos somos la oportunidad perdida de alguien que fue demasiado cobarde.

Y enterramos el hacha de guerra
en la parte más estrecha de nuestras espaldas.

Ella llegó a la vida de él
como la lluvia a una zanja
y se formó un pequeño charco
donde su niño interior saltaba.

Ni el fuego más ardiente podría quemar tanto como lo hacía la cuerda a la que me aferraba.
Así que me solté...

A veces esperamos tanto a alguien del pasado, por si vuelve, que descuidamos a los que están a nuestro lado en el presente.

Malgastamos tanto tiempo tratando de dar sentido a demasiadas cosas que simplemente pasaban por pasar...

Acordamos cambios,
nuevos planes,
nuevas normas,
poner más ganas...

Pero la ilusión se había ido
y ya no había forma de recuperarla.


Todos tenemos una persona paralela,
que vive siempre al límite de entrar en nuestras vidas,
pero que nunca llegamos a conocerla.

El anciano de paraguas camina con medio cuerpo mojado.
No había perdido la costumbre de llevarlo como si ella fuera aún a su lado.

Seguimos girando en esta espiral de fuego sobre pólvora;
que se estrecha, pero no estalla,
que nos aleja, pero no se apaga.

La escritora se había quedado sin palabras,
al vender su alma al demonio,
para que él recuperara el habla.

Tú, que ^ serás importante en mi vida,
que ^ has estado a mi lado,
aunque esta historia ^ acabe,
^ volveré a estar contigo.

[^=Nunca]


Exhibía felicidad en cada sonrisa de su perfecta dentadura, mientras la tristeza sangraba por la comisura de sus labios.

En ocasiones perdemos piezas por el camino y no es hasta que algo de nosotros deja de funcionar, que no nos damos cuenta.

viernes, 15 de enero de 2016

#Microcuentos del 1 al 15 de enero de 2016



Solo somos los incumplidos propósitos de Año Nuevo de alguien que deseó que fuéramos perfectos.

Odiamos tantas cosas solo porque es más fácil que admitir que no tenemos el valor suficiente para tratar de conseguirlas.

Me quedé como un mar,
sin olas ni mareas.
Buscando en la bodega
el soplo de aire que tu risa
dejó guardado en la botella.

No es que tropecemos con la misma piedra una y otra vez.
Es que amamos la sensación de volar antes de caer.

A veces solo podemos aspirar
a que algo sea perfecto y real
durante un instante en el tiempo.
Porque es incapaz de durar más.

Me he pillado los sentidos,
con el lado corto de la mecha,
nunca he sido precavido,
siempre saltaba de cabeza.

Y cada vez era más complicado construir y recorrer senderos que unieran nuestros caminos con destinos que se iban separando.

Rompimos las reglas
y el mundo quedó a nuestra medida.

El amor se nos perdió
antes de haberlo encontrado
por buscarlo en dos cubos de basura
de distintos lados del extrarradio.

La vida me dijo que nunca jamás volveríamos a vernos.
Y aquí estoy, esperando como un niño
a que Peter Pan nos venga a buscar.

A todos nos llega el momento en el que tenemos que dejar de cruzar los dedos y empezar a trenzar las ganas con el esfuerzo.

No es casualidad que antiguamente situaran las emociones en el corazón
Una vez que dejas de sentir,
estás muerto.

El mensaje en la botella decía secamente:
"No he despreciado lo que he querido,
hasta que lo he tenido."

Escribía para descargar sus recuerdos párrafo a párrafo, para guardarlos y volver a recuperarlos cuando el daño hubiera pasado.

Algo debe ir mal cuando intentamos insistentemente contentar a nuestro "yo" del pasado y no a aquel que está aún por llegar.

miércoles, 6 de enero de 2016

Mejores #microcuentos 2015