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martes, 31 de enero de 2017

#Microcuentos del 16 al 31 de enero de 2017


Creo que pocas cosas suenan más que los pasos de un silencio que no se marcha, que sigue dando vueltas en el piso de arriba.

Una relación es como un farolillo.
El amor es el fuego.
Puede pasar por subidas, bajadas y tormentas,
pero solo puede extinguirlo esa misma llama.

Siempre viajaba para renovar su pasaporte de nostalgia:
Un lugar al que no se puede volver  
Un amor que no se puede tener 

La adivina siempre acertaba. Porque la suerte hacía girar los dados, pero las historias las llevaba cada uno dentro.



Y escribió el punto y final con tanta fuerza, que acabó por atravesar diversas páginas hacia un futuro ahora marcado.

Era tan bella,
como triste es el rastro de tinta que deja un escritor que sufre una gran pérdida.

Ver
mis huellas por todas partes
y descubrir
que las están creando tus pies.

Se quedó avivando el fuego
de un sueño que no le pertenecía.
Para que cuando él volviera,
un abrazo iluminaría todas sus noches.

Para mí el invierno dura,
el tiempo exacto entre dos besos tuyos.

El arte de olvidar consiste en saber mentir.
Al pasado: nunca fuimos nada
Al futuro: no seremos nada
Al presente: no existes.

Las heridas más frescas no son siempre las más recientes.

Como no quería
bocas de lobo,
lágrimas de cocodrilo,
ni trampas para osos
Eligió la soledad humana
hasta que sanase la herida.

Se miran desde andenes enfrentados.
Ni un gesto.
El tren de la realidad les divide.
Pero ellos siguen soñando.
No se rinden.

Mudar los ojos,
hasta que la realidad se mimetice.

Ya no hay vuelta atrás por este camino.
Tendrás que ser valiente y encontrar nuevas rutas si quieres regresar al mismo sitio.

domingo, 15 de enero de 2017

#Microcuentos del 1 al 15 de enero de 2017


Para un reloj,
su hora favorita dura un instante.
El tiempo exacto que debemos dedicar cada día a algo que nos haga felices.

Hoy es el primer día del resto de tu herida.

Quizá la persona adecuada sea aquella ante la que podamos mostrarnos indefensos y nos sigamos sintiendo seguros.

Eran tres los puntos suspendidos al final:
El punto y corra,
el punto y aparta
y el punto fatal.

Pasaban las estaciones
de una línea circular con solo 4 paradas
siempre cambiantes.
Y no se pensaba bajar
hasta que descarrilara.

Los Reyes Magos le trajeron una lista de lo perdido el año anterior y un vale de descuento en esfuerzo para el que venía.

Seguiré siendo la hoja que cae eternamente.
A veces movida por el viento,
pero siempre eligiendo yo
dónde acabaré por posarme.

Si algo nos enseña la escalada
es que hay que dejar a tiempo los apoyos que nos salvan
para poder seguir ascendiendo.

A veces,
la vida nos convierte en crupieres de la felicidad:
podemos repartir a nuestros seres queridos,
pero no podemos jugar.

El reencuentro perfecto:
Un libro clásico con olor a nuevo.

Se hizo corto el viaje
del polizón hacia el olvido,
arrojado en alta mar
con la pierna encadenada a un recuerdo vívido.

El valor de un secreto no se mide por su contenido, sino por la fuerza que nos une con la persona a la que se lo guardamos.

La bizarra resiliencia
del fruto del diente de león
negado a abandonar sus sueños
aunque le soplen con todas sus fuerzas.

-El Pasado siempre vuelve - me dijo el Presente justo antes de que sonara el timbre.
-¿Crees que al Futuro le importará si abro? - pregunté.

Un camino inexistente, equivocado o imposible.
Eso es el destino para aquellos que pretenden recorrerlo sin una pizca de valentía.

viernes, 6 de enero de 2017

Mejores #microcuentos 2016



Él tenía un punto de ombligo.
Ella una coma.
Hicieron una pausa en sus vidas sabiendo que algo diferente seguiría.

Y mandabas señales con balas de fogueo, sin comprender, que a cierta distancia podían resultar mortales.

Una vez que vi, la forma que tenían las palabras al salir de mis manos, hablar se volvió una forma de comunicación incompleta.

No es que tropecemos con la misma piedra una y otra vez. Es que amamos la sensación de volar antes de caer.

Rompimos las reglas y el mundo quedó a nuestra medida.

El error está, quizá, en buscar a aquella persona que sea nuestra debilidad, en vez de a una que potencie nuestras fortalezas.

Espero que no nos volvamos a encontrar recordando que fuimos demasiado cobardes para demostrarle a la vida que no tenía razón.

Que hay ciertas tormentas que tarde o temprano nos encuentran.
Y que la única forma de librarnos de ellas es atravesarlas.

Quizá la amistad consista en tener a quién contar dónde escondemos nuestros pilares, por si un día nos llegamos a derrumbar.

Y nada podrá ya cambiar todo aquello, excepto la verdad, que es capaz de destruir la mentira más perfecta.

Nunca pudimos evitar, huir de tierra firme, de rutas seguras, de calas tranquilas y echar amarre en el centro del vendaval.

Le regaló la luna creciente, para que ella pudiera rellenar el hueco que faltaba. Así la vería llena cada noche de su vida.

En esta historia el villano es el tiempo, imposible de derrotar. Se lleva todos los momentos y cada vez es más difícil recordar.

Con la historia, ocurrió como con las cerillas: Millones tuvieron que perder la cabeza para poder arrojar un poco de luz. 

Porque hay secretos a voces que es mejor mantener en silencio, no sea que un acto de valentía acabe por desencadenar un incendio.

Y si era cierto que el primer beso de amor daba la vida, no era de extrañar que el último lo diera la mismísima muerte.

Para ser la mejor tendrás que saber escribir cosas alegres incluso cuando estes triste. Y con escribir, me refiero a vivir.